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Diario de una experiencia de Vida

Por: Alvaro Moncada (miembro de la Pastoral Juvenil, Parroquia La Sagrada Familia, El Salvador)

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En este par de líneas quisiera resumirte el aprendizaje que la JMJ 2013 dejó en mí, puntual y sin mucho adorno, es casi un recuento de acontecimientos de las últimas semanas de julio…

  • Ten fe, Dios actúa pero a su tiempo, no hay que cansarse de pedir y hay que dejarlo actuar.
  • Todas las personas muestran su verdadera cara bajo presión. Cada uno tiene derecho a elegir sus actitudes, no eres nadie para decirle a la gente como actuar. Tomate el tiempo de conocer a las personas y confía principalmente en Dios.
  • La vida es una aventura; y la vida cristiana una aventura de entrega y servicio ¿Cuán dispuesto estás a dejar tus comodidades para vivirla…?
  • Ser amable con el peregrino, algún día podes estar en esa situación. Hacer vida Mt 25, 31-46. Nuestros anfitriones Brasileros lo hicieron y sin duda tienen asegurado el cielo, estuvimos con frío y nos abrigaron, hambrientos y nos alimentaron (mucho y con muy buena comida), sedientos y nos dieron de beber, cansados y nos dieron donde descansar, enfermos y nos dieron medicinas (Muchísimas gracias a Fernanda, Curiolano, María Elena, Beatriz y Bárbara, para mí se van al cielo con todo y zapatos)
  • Hay muchos católicos en todo el mundo, cada quien lo vive a su manera, la lucha es que esa sea la manera de Jesús. No hay nada más hermoso que a pesar de las diferencias culturales y de idioma al momento de estar en misa todos rezamos un mismo credo; que Dios nos permita que la fuerza experimentada en esa profesión de fe la hagamos vida siempre.
  • Hay que aprovechar los dones que Dios nos ha dado, poner la luz en alto y no debajo de la cama, no enterrar esos talentos sino ponerlos al servicio de los demás.
  • Hay que Ser luego hacer.
  • La Experiencia de salvación real da alegría para el presente y esperanza para el futuro, hay que ser comunicativo de esa alegría, llevar a Cristo hasta los confines del mundo.
  • Lo experiencia de Dios es tan hermosa que crece al compartirla con quien nos rodea, entre más personas conocen de él más se acrecienta la fe, la dinámica del mundo es otra lo que viene del mundo se acaba pronto al repartirlo entre muchos, por eso se fomenta el egoísmo y el odio.
  • Llevamos lo que somos, no lo que aparentamos ser. Seamos auténticos.
  • Dios es terco, cuando llama no hay para dónde hacerse “NO TENGÁS MIEDO YO ESTOY CONTIGO”.
  • ¿Cuántas veces somos jueces de aquellos que nos rodean y no le damos mérito a su labor? Hay que recordar, decía aquel obispo cubano en su catequesis, que Jesús le entregó la Iglesia a un puñado de cobardes, ¡La noche en que todos lo niegan ahí les entregó Jesús la Iglesia! Si Jesús lo hizo…quien soy yo para ponerme a desconfiar de la labor de mi hermano. Jesús confía en nosotros, no porque seamos confiables, yo soy confiable porque Jesús confía en mi…Él nos hace creíbles.
  • Preocúpate por sembrar, Dios verá que germine, no te preguntes qué hacer con el que no cree o cree cosas diferentes, pregúntate ¿Qué estoy haciendo yo para que ese que no cree se vuelva creyente al verme a mí? ¿Soy ejemplo de vida cristiana? ¿Mi ejemplo, mi esperanza y mi alegría arrastran o decepcionan? ¿Realmente ya no soy yo sino Cristo quien vive en mí, como diría San Pablo?

Viacrucis

  • Huyendo de Roma, Pedro ve a Jesús y le pregunta ¿Señor para dónde vas?, Él le responde “A Roma a que me vuelvan a crucificar…” Día a día Jesús te dice ¡Ven sígueme! Se valiente, llegá hasta el final.
  • Jesús te dice “He venido a darte esperanza y darte vida”
  • Preguntas clave a reflexionar: ¿Qué deja la cruz en vos? ¿Qué dejaste vos en la cruz?
  • Nunca debemos olvidar la certeza fiel del amor de Dios por nosotros, en la cruz de Cristo está todo el amor de Dios.
  • El viacrucis es actual, día a día hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos viven viacrucis, cargan cruces tremendas, debemos acordarnos de ellos en nuestras oraciones y nuestras acciones, también debemos recordar que hay que cargar nuestra cruz con alegría, pero sobre todo con la esperanza. Acuérdate de confiar en Dios, Él es el único que no defrauda a nadie, por si fuera poco Jesús comparte TODAS nuestras cruces.

Frases que me tocaron del Papa Francisco

  • “Quiero ir y ser constructor de la Iglesia”-¿Estás consciente de este compromiso?
  • Ustedes son los protagonistas del cambio. No balconeen la vida, sean como Jesús y métanse, sean delanteros
  • Dejen hablar a Dios-muchas veces adornamos momentos de oración con palabras y momentos no dejando que Él se manifieste en nosotros; Jesús dijo: “Mi Padre está en lo secreto”, dejémoslo pues hablar en ese silencio y calma que tanta falta nos hace y a la que tanto miedo le tenemos
  • Fundamento de vida cristiana: oración, sacramentos, acción- Son todos o ninguno, fríos o calientes “y a los tibios los vomitaré”.
  • Dile Dios todo, lo bueno y lo malo, no te guardés nada: eso es oración.

Por último el compromiso:

  • ¿A quién le pedimos que empiece esto? ¡Debe empezar por vos y por mí! Pregúntate ¿QUÉ DEBO EMPEZAR A CAMBIAR?
  • ¡Vayan! ¡Sin Miedo! ¡A Servir!
  • Aprendamos a ser como María y decir: Hágase en mí según tu palabra.

A Mayor Gloria de Dios

«Jesús no es un «flash», sino una luz que dura siempre y nos salva»-Papa Francisco

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En sus palabras previas al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco aseguró que “Jesús ilumina nuestra vida con una luz que no se apaga jamás. No es un fuego artificial, un flash, no, es una luz tranquila, que dura siempre”.

La luz de Jesús, indicó, “nos da paz. Así es la luz que encontramos si entramos por la puerta de Jesús”.

El Evangelio de hoy, apuntó el Santo padre, “nos invita a reflexionar sobre el tema de la salvación”, pues en al salir Jesús de Galilea alguien se le acerca y le pregunta “Señor, ¿son pocos los que se salvan?”.

“Jesús no responde directamente a la pregunta: no es importante saber cuántos se salvan, sino que más bien es importante saber cuál es el camino de la salvación”, dijo el Papa.

“Y he aquí entonces que a la pregunta Jesús responde diciendo: ‘Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán’. ¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es la puerta por la que debemos entrar? ¿Y por qué Jesús habla de una puerta estrecha?”.

Francisco recordó que “la imagen de la puerta vuelve varias veces en el Evangelio y se remonta a la de la casa, a la del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor y calor. Jesús nos dice que hay una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él”.

“Esa puerta es el mismo Jesús. Él es la puerta. Él es el pasaje para la salvación. Él nos conduce al Padre. Y la puerta que es Jesús jamás está cerrada, esta puerta jamás está cerrada. Está abierta siempre y a todos sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios”.

El Papa subrayó que “Jesús no excluye a nadie. Alguno de ustedes quizá podrá decirme, pero Padre, yo estoy excluido, porque soy un gran pecador. He hecho cosas feas. He hecho tantas en la vida. No, no estás excluido. Precisamente por esto eres el preferido”.

“Porque Jesús prefiere al pecador. Siempre, para perdonarlo, para amarlo. Jesús te está esperando para abrazarte, para perdonarte. No tengas miedo. Él te espera. Anímate, ten coraje para entrar por su puerta”.

El Santo Padre señaló que “todos somos invitamos a pasar esta puerta, a atravesar la puerta de la fe, a entrar en su vida, y a hacerlo entrar en nuestra vida, para que Él la transforme, la renueve, le de alegría plena y duradera”.

“En la actualidad pasamos ante tantas puertas que invitan a entrar prometiendo una felicidad que después, nos damos cuenta de que duran un instante. Que se agota en sí misma y que no tiene futuro. Pero yo les pregunto: ¿Por cuál puerta queremos entrar? Y ¿a quién queremos hacer entrar por la puerta de nuestra vida?”.

“Quisiera decir con fuerza: no tengamos miedo de atravesar la puerta de la fe en Jesús, de dejarlo entrar cada vez más en nuestra vida, de salir de nuestros egoísmos, de nuestras cerrazones, de nuestras indiferencias hacia los demás”.

El Papa indicó que “ciertamente la de Jesús es una puerta estrecha, no porque es una sala de tortura, no por eso. Sino porque nos pide abrir nuestro corazón a Él, reconocernos pecadores, necesitados de su salvación, de su perdón, de su amor, de tener la humildad de acoger su misericordia y hacernos renovar por Él”.

“Por la puerta estrecha que es Cristo debe pasar toda nuestra vida”.

El Santo Padre señaló además que “Jesús en el Evangelio nos dice que el ser cristianos no es tener una ‘etiqueta’”.

“Y yo les pregunto a ustedes: ¿Ustedes son cristianos de etiqueta o de verdad? Eh esa se responde dentro. No cristianos, jamás cristianos de etiqueta, cristianos de verdad, de corazón. Ser cristianos es vivir y testimoniar la fe en la oración, en las obras de caridad, en promover la justicia, en realizar el bien”.

“A la Virgen María, Puerta del Cielo, le pedimos que nos ayude a pasar la puerta de la fe, a dejar que su Hijo transforme nuestra existencia como ha transformado la suya para llevar a todos la alegría del Evangelio”, concluyó.

Fuente: ACIPRENSA.COM

Sonrisas de Paz

Sonrisa

Asuntos serios han de ser tratados seriamente: con atención hacia los argumentos, con el deseo sincero de encontrar soluciones.

A veces, el argumento presenta escondites complejos. No resulta fácil encontrar salidas. El corazón y la mente se sienten presionados, inquietos. ¿Qué hacer? ¿Cómo salir adelante ante un problema grave, ante un asunto complejo?

De repente, una sonrisa oportuna puede no sólo regalarnos unos instantes de paz, sino devolver energías para ver las cosas de manera diferente. No es una sonrisa irónica que parece más un insulto de desprecio que un gesto de distensión, sino una sonrisa auténtica que descansa y que ayuda a descansar, que nace de la simpatía y genera simpatías.

Demasiada seriedad agota. La sonrisa sana no sólo genera hormonas gratificantes (según dicen algunos especialistas), sino sobre todo un espíritu distendido y una mente más abierta.

El corazón descansa brevemente. Los ojos miran con nuevo fulgor asuntos difíciles. Surgen incluso palabras más amables, que suplantan las que antes dirigíamos con dureza hacia otras personas.

Sigo de camino en este día luminoso u oscuro, que promete lluvia o que inquieta a todos con vientos oscurecidos por el polvo. Pequeñas o grandes situaciones enturbian mi alma: la tensión por no encontrar dónde estacionar el carro, las prisas para llegar a tiempo al colegio/universidad/trabajo, la inquietud ante los apagones intermitentes de la luz…

Más allá de todo lo que pase, con una sonrisa sencilla, amable, buena, podré ver las cosas y las personas con más ilusión y esperanza; lo cual es especialmente urgente en un mundo como el nuestro, lleno de prisas y de angustias, y hambriento de corazones positivos y de rostros sonrientes, que transmiten esa verdadera alegría que viene de Dios y que nos conduce suavemente hacia Él.

FUENTE: Catholic.net