“Es que nadie llena mis expectativas”, “Porque nadie me hace caso”, “Tengo miedo y traumas del pasado”, “Estoy mejor solo/a”, en fin por muchas razones la soltería es de muchos; pero la pregunta del millón y que todos se hacen es: ¿Me siento a esperar o voy en búsqueda del amor?
Los cristianos no podemos opinar igual que los demás, antes de responder tienes que saber que Dios está de tu lado, y quiere suplir tu necesidad de la mejor manera posible, complacer tus sueños y deseos más profundos. Tú decides la respuesta.
Si te sientas a esperar, prepara tu corazón para que puedas abrirle por si toca a la puerta, y si sales a buscar, no busques donde no debes porque no encontrarás lo que quieres. Si te sientas a esperar acompáñalo de la oración y si sales a buscar acompáñalo de la oración también, en ambos casos funciona igual. Dios rompe cualquier protocolo y hará que lo encuentres por la oración.
Para dejar tranquilo tu corazón después de esta reflexión, es bueno que sepas que la soltería y la soledad no es lo mismo; esto servirá de mucho para todos los que piensan que por estar solteros están solos, no es así. Si es tu caso, tienes ventaja sobre los demás de percibir la compañía de Dios en todo momento, y eso es ganancia para cualquiera. La soltería es un tiempo igual de valioso y bendecido que el tiempo de una relación. Dedica ese tiempo a enamorarte de Dios y de ti, cuando lo logres sin dudarlo llegará el amor. ¡Ya no te desesperes! No es cierto que por cada día que pasa, tus probabilidades de conocer el amor disminuyen; el tiempo no está indicando que has perdido, al contrario cada día quiere decir que estás más cerca de encontrarlo, y el día que lo encuentres no depende del tiempo que has esperado, simplemente será el día que Dios ha querido.
No te sientas mal por pedirle a Dios que te bendiga con una buena persona, ni te sientas inferior por no tener pareja cuando tus amigos ya lo tienen; siéntete privilegiado de tener el tiempo suficiente para preparar tu corazón; muchos no se han preparado y terminan mal. Recuerda siempre que es más fácil que un soltero dedique tiempo valioso a Dios, que aquellos que tienen una relación. Estás viviendo una época que no volverá a ser cuando tengas una relación, aprovéchala y vívela al máximo.
Si conviertes esta larga espera en oración constante, el resultado final para ti será una relación producto de tu oración y eso no tiene precio, porque Dios la bendecirá.
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